Como la racha de días soleados, siga en esta maravilloso ritmo, al final llegamos morenos a casa, pero no hablaremos demasiado alto, que al final lo gafamos. Hoy tenemos un estupendo día por delante, primero las clases, con sus partidillos de futbol reglamentarios entre clase y clase, y luego tenemos la tan esperada a la Guiness Store House, y de propina, una visita a la Catedral de San Patricio.
Pero como nuestros chavales, son unos artistas, y mañana tenemos el "Talent Show", un factor X, con unos jueces de auténtico lujo, (los monitores, jijiji), pues aquí andan practicando y ensayando lo mejor de sus talentos. Unos con la guitarra, otros con el piano, otro durmiendo la siesta ...
En fin, cada uno lo que tiene más a mano, y entre clase y clase, también tenemos tiempo de despedirnos del grupo de Ángela, que se marchan ya de vuelta a España, ¡que pena!, con lo bien que estábamos todos juntos, Mark, el encargado de las actividades, les despide en su último día entre nosotros.
Y ahora, ¡vamos al turrón!, o ¿deberíamos decir la cerveza?, ¡si!, nos vamos a la fábrica más representativa del país, a visitar el "elixir" nacional, la cerveza Guinness. Y a medida que nos vamos acercando, en cada puerta de acceso, no queda duda dónde nos encontramos.
Y ahora, ya, nos adentramos en el edificio que se ha remodelado para ser museo, antiguo silo de almacenamiento del cereal necesario para la cerveza, ahora remodelado y convertido en un maravilloso e interactivo museo.
La estructura metálica del edificio, con los toques modernos del museo, generan una atmosfera muy interesante, que invita al visitante a seguir con su recorrido hasta el final. Aquí nos encontramos en el primer tramo de escaleras, donde el cartel que nos recibe reza: "Este es el almacén donde, durante casi un siglo el mágico proceso de la fermentación tuvo lugar. La construcción empezó en Julio de 1.902. Cuatro años más tarde, la fermentación empezó, y continuó hasta 1.988". Fecha en la que se cerró temporalmente este edificio, para su remodelación como museo. Actualmente, sigue formando parte de la fábrica actual.
Y aquí los tenemos a todos, radiantes, justo antes de empezar nuestra visita, en la obligada foto frente al cartel más conocido del país: GUINNESS.
Una pequeña introducción, de la mano de David, que a juicio popular, se le considera "un chaval de buen ver", por ahora va todo bien, jajaja.
mmmm ... ¡si!, siempre hay alguien que fastidia las fotos, en este caso esta encantadora señora, que ha decidido pasar en el momento clave, jajaja. Vamos a por un segundo intento. ¡Paciencia!.
Ahora ya si, estamos todos frente a la cascada de agua, que nos recuerda la importancia de este elemento en el proceso de fabricación de la cerveza.
Bueno, y ahora pasamos al silo del cereal, un filón para nuestros estudiantes, primero lo tocan con respeto, pero cuando van cogiendo confianza...
A nuestro benjamín le va a estar picando todo hasta yo no sé cuando, y como sigan enterrándolo, pronto ya no lo vemos. Pero como esto no es suficiente, ¡pues todos al silo!.
¡Si!, esas manchas que veis en las fotos, no es que haya fantasmas, antepasados de la familia Guinness, es que la polvareda que nuestros alumnos están organizando en el silo, es espectacular, ya están descalzos dentro, sin mochilas, haciendo "carreras de cebada", ¡increíble!.
Estoy pensando en llevarme las mochilas, zapatos, calcetines ... y poner un puestecito a la entrada, a ver si me da para unas vacaciones en el Caribe.
Versión nieve, haciendo la figura del ángel, es el "ángel del silo", en fin, que yo nunca antes había pensado que el cereal pudiera dar tanto juego, y eso que esto es sólo el principio de la visita, ¡nos queda muchísimo museo aun por delante!.
Aquí observamos una maravillosa escultura en madera, la pinta más grande del mundo, y si nos fijamos bien en lo que está esculpido, podemos ver España, ¿lo habéis localizado ya?, si es que estamos siempre en medio de todas las salsas, jajaja.
Y como no queremos perdernos nada, nos metemos a formar parte de los anuncios de la Guinness, somos uno más, formamos parte del propio cartel. Aunque por desgracia, a nuestro estudiantes no les han dejado probar ni un sorbito, ¡que contrariedad!, no hemos podido despistar a nadie para que pudieran probar ni un poquito.
My Goodness!!!!! My Guinness!!!!!!
Y ahora ya la despedida, en la famosa puerta de la fábrica, que da acceso al antiguo almacén, ahora museo Guinness, nos tomamos la última fotografía, y ponemos rumbo, de nuevo, al centro de Dublín, la Catedral de San Patricio nos espera.
Goodbye Guinness!!!!!
Y aquí estamos, en la Catedral de San Patricio, están nuestras chicas tan bien colocadas, que parecen las reinas, les queda muy bien el trono.
Y aquí los tenemos, en los jardines adyacentes a la Catedral, como siempre, comiendo, bien croissants o bien Pringles de cualquier sabor, como veis todo súper-sano, lo que me sorprende es la capacidad resistentes de su estómagos, aun no tiene nadie una úlcera, y no será porque no lo intentan con la comida basura a todas horas.
P.D. Ayer tuvimos cena internacional en mi Host - Family, los franceses se encargaron del postre, y las españolas nos encargamos de la cena, os dejamos unas fotos del menú, del que nos sentimos súper orgullosas, y queríamos compartirlo con vosotros, estamos exportando cultura española donde quiera que vamos, y ¡sólo nos costó una batidora nueva!, jajaja.
Menú: Salmorejo, unas tapitas del mismo con jamón en pan de chapata, y patatas con ali-oli, ¿somos o no unas artistas?.
La degustación, todo un éxito, el postre francés, también maravilloso, no tenemos quejas, agradecer a la familia su paciencia, y el no haber salido corriendo, porque hubo momentos durante la preparación de gran crisis, jajaja, parecía una guerra más que una cocina. Y con este buen sabor de boca, nos despedimos hasta mañana.
¡Un saludo fuerte a todos!
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