Buenos días a todos de nuevo, ¡como pasa el tiempo! ya llevamos aquí una semana, ¡increíble!, si parece que solo han pasado horas. Pero aquí estamos, después de una semana, ya todos adaptados, y con los horarios más o menos interiorizados, ahora ya vamos teniendo hambre a horarios irlandeses, aunque hay quien no para de comer a todas horas.
Aquí los tenemos en el primer descanso entre clase y clase de la mañana, "de relax" en el césped, eso sí, tenemos que avisar que Felipe se ha puesto hoy sus mejores galas, porque llega un nuevo grupo de franceses, jajaja, aquí hay algo ...
En los descansos entre clases, o después de comer, como podéis comprobar hay tiempo para todo, tenemos algunos a lo que le va el volley, a los eternos futboleros, (ahora con el aliciente de poder ganar a los franceses).
A los que juegan a las cartas:
En fin, que tenemos actividades para todos los gustos, eso si, como podéis apreciar en la foto, no se separan de las patatas fritas y las chocolatinas bajo ningún concepto. Aquí más de uno está haciendo la "operación bikini invertida".
Ahora, tras el lunch, toca ponerse en marcha en dirección Dublín, pues tenemos visita al castillo de Dublín. Pero no todos los paraguas sobrevivirán al camino, el primero en caer, el de Mª Luisa:
En fin, como la "inversión" ha sido de 2 euros, la pérdida no ha sido muy dura. Y ahora todos al tren, que llegamos tarde. Y aquí estamos, "Dublín Castle", a las puertas.
Y una vez dentro, podéis apreciar la estructura del edificio, con la gran capilla adosada que da un carácter rotundo a la construcción.
Y aquí estamos, en el Castillo de Dublín.
Ahora vamos a ir visitando las distintas, salas, y ya nos han comentado, que desde que vino la última vez la Reina Victoria, no habían tenido unos visitantes tan distinguidos como nosotros:
Si es que en la sala del trono, nuestros estudiantes se sienten como en casa, ¡que clase!.
En esta última sala con la alfombra azul, es donde produjo la "Inauguration" de Douglas Hyde en 1.938, primer presidente de la República de Irlanda. El edificio había sido construido por los monarcas británicos, y también fue hospital para los heridos irlandeses en las últimas batallas contra los ingleses por la independencia del país.
El Castillo también posee una capilla que visitamos posteriormente.
Y hasta aquí nuestra visita de hoy a Dublín, ahora, todo el mundo al tren de vuelta a casa para cenar con las familias, y practicar nuestro inglés, que después de una semana, ya se debe ir notando la mejoría.
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