Hoy toca la visita a la Guinnes Store House, en Dublín, curiosos recibimiento el del autobús que vemos pasar a nuestra entrada al museo:
Aquí nuestros muchachos esperan pacientes para acceder a la Guinness.
Primeras explicaciones sobre el edifico, y la fábrica de cervezas, donde nos dejan bien claro que a los menores no les está permitido probar la cerveza, para disgusto y decepción de nuestros muchachos.
Y comienza la visita, lo primero, la cebada, sin la cual no sería posible la obtención de la preciada cerveza, símbolo nacional de Irlanda.
¡Y ahora todos a la cascada de agua!
Nuestros chicos:
Pedimos un deseo, ¡a ver si se cumple!
Y nuestras chicas, por supuesto:
Seguimos paseando por el museo, y nos encontramos la pinta más grande jamás tallada.
Pepe y Manuel señalan la patria, tallada en madera.
Pero aún quedan muchas cosas por ver, como ejemplo, la zona donde nos enseñan el arte de fabricar barriles para la conservación y el transporte de la cerveza.
Sigamos subiendo:
Y llegamos hasta arriba, el bar, con unas bonitas vistas sobre Dublín.
Aún nos queda un rato para pasar por la tienda, y comprar unos recuerdillos.
Y nos despedimos de la Guinness Store House, ¡hasta otra!
¿Habéis comprado muchas cosas?
Se hace lo que puede, ahora ya, en la estación de tren, nos despedimos del día, y nos marchamos a cenar con las familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario